Una madre española, blanca y burguesa le dijo a su hijo de 7 años, justo antes de subir al autobús que lo llevaría a un campamento: "No juegues con los niños gitanos y moros, no te acerques a ellos, te quitarán lo que es tuyo y te harán daño". El propio crío te lo confiesa días después, en la espontaneidad, la ingenuidad, la inocencia y la verdad de la infancia, que los padres y la sociedad se encargarán de asesinar de forma lenta pero efectiva y segura.
Esa "madre" acostumbra a dejar a su hijo con la única compañía del Fortnite, un célebre y globalmente viralizado videojuego, ideado para mayores de 12 años y que consiste en matar a otros de las más diversas maneras posibles e imposibles. Huelga decir que este estilo y dogma (des)educativos no son una excepción, son la norma más o menos explícita.
El año pasado, un migrante, encerrado y maltratado por europeos en el campo de concentración de Moria, en Lesbos, me dijo que el sentimiento más espontáneo, sencillo, natural y poderoso que uno puede sentir es el odio. (Recuerdo que pronunció la palabra "poderoso" dos veces, con énfasis, mientras parecía sujetarse el corazón con la mano para que no se le saliera del pecho). Especialmente en un mundo/sistema en el que imperan el egoísmo y el pensamiento único. De hecho, ni siquiera es necesario educar al ser humano en el odio, basta con dárselo de comer cada día, maltratándole, arrebatándole su dignidad. El amor, sin embargo, requiere de curiosidad, deseo de conocer, aprendizaje, esfuerzo, paciencia, tiempo y reciprocidad.
Por eso hoy predomina el odio, porque el ser humano no desea esforzarse, enseñar y aprender a amar. No quiere emplear su tiempo en conocer. Y, recordemos a Paracelso, se ama lo que se conoce, y quien no conoce no ama. Al contrario, el ser humano anhela satisfacciones inmediatas, fáciles, frívolas, de un solo sentido, el propio. "Amará" a quien le provea o crea que puede proveerle de todo ello. Y, al contrario, despreciará y odiará a quien considere una amenaza para su modo de vivir/recibir, suponga o no el otro una amenaza real. Reminiscencias de Fromm: hay dos tipos de personas, las que se inclinan por el "ser" y las que lo hacen por el "tener".
La mayoría de los padres del Norte educan así a sus hijos, en el amor a sí mismos primero y, por extensión y correspondencia, el rechazo al diferente y/o al que viene de un lugar más o menos pobre y desconocido para, supuestamente, poner en peligro o arrebatarnos las cosas y espacios que creemos nuestros. Este es el mundo/sistema en el que vivimos. Uno que sólo cabe destruir para construir otro caracterizado por el CONOCER, el SER,... el AMAR.
Esa "madre" acostumbra a dejar a su hijo con la única compañía del Fortnite, un célebre y globalmente viralizado videojuego, ideado para mayores de 12 años y que consiste en matar a otros de las más diversas maneras posibles e imposibles. Huelga decir que este estilo y dogma (des)educativos no son una excepción, son la norma más o menos explícita.
El año pasado, un migrante, encerrado y maltratado por europeos en el campo de concentración de Moria, en Lesbos, me dijo que el sentimiento más espontáneo, sencillo, natural y poderoso que uno puede sentir es el odio. (Recuerdo que pronunció la palabra "poderoso" dos veces, con énfasis, mientras parecía sujetarse el corazón con la mano para que no se le saliera del pecho). Especialmente en un mundo/sistema en el que imperan el egoísmo y el pensamiento único. De hecho, ni siquiera es necesario educar al ser humano en el odio, basta con dárselo de comer cada día, maltratándole, arrebatándole su dignidad. El amor, sin embargo, requiere de curiosidad, deseo de conocer, aprendizaje, esfuerzo, paciencia, tiempo y reciprocidad.
Por eso hoy predomina el odio, porque el ser humano no desea esforzarse, enseñar y aprender a amar. No quiere emplear su tiempo en conocer. Y, recordemos a Paracelso, se ama lo que se conoce, y quien no conoce no ama. Al contrario, el ser humano anhela satisfacciones inmediatas, fáciles, frívolas, de un solo sentido, el propio. "Amará" a quien le provea o crea que puede proveerle de todo ello. Y, al contrario, despreciará y odiará a quien considere una amenaza para su modo de vivir/recibir, suponga o no el otro una amenaza real. Reminiscencias de Fromm: hay dos tipos de personas, las que se inclinan por el "ser" y las que lo hacen por el "tener".
La mayoría de los padres del Norte educan así a sus hijos, en el amor a sí mismos primero y, por extensión y correspondencia, el rechazo al diferente y/o al que viene de un lugar más o menos pobre y desconocido para, supuestamente, poner en peligro o arrebatarnos las cosas y espacios que creemos nuestros. Este es el mundo/sistema en el que vivimos. Uno que sólo cabe destruir para construir otro caracterizado por el CONOCER, el SER,... el AMAR.
LOVE & HATE
(Michael Kiwanuka)
Standing now
Calling all the people here to see the show
Calling all my demons now to let me go
I need something, give me something wonderful
I believe
She won't take me somewhere
I'm not supposed to be
You can't steal the things that God has given me
No more pain and no more shame and misery
You can't take me down
You can't break me down
You can't take me down
(bis)
Love and hate
How much more are we supposed to tolerate?
Can't you see there's more to me than my mistakes?
Sometimes I get this feeling, makes me hesitate
I believe
She won't take me somewhere
I'm not supposed to be
You can't steal the things that God has given me
No more pain and no more shame and misery
You can't take me down
You can't break me down
You can't take me down
(bis)
I can see a place of trouble
And I'm on the verge
For the love of everybody
I need something more
Now I feel some days of trouble
I'm in the house of war
For the love of everybody
Look behind the wall
Standing now
Calling all the people here to see the show
Calling all my demons now to let me go
I need something, give me something wonderful
You can't bring me down...
(Michael Kiwanuka)
Standing now
Calling all the people here to see the show
Calling all my demons now to let me go
I need something, give me something wonderful
I believe
She won't take me somewhere
I'm not supposed to be
You can't steal the things that God has given me
No more pain and no more shame and misery
You can't take me down
You can't break me down
You can't take me down
(bis)
Love and hate
How much more are we supposed to tolerate?
Can't you see there's more to me than my mistakes?
Sometimes I get this feeling, makes me hesitate
I believe
She won't take me somewhere
I'm not supposed to be
You can't steal the things that God has given me
No more pain and no more shame and misery
You can't take me down
You can't break me down
You can't take me down
(bis)
I can see a place of trouble
And I'm on the verge
For the love of everybody
I need something more
Now I feel some days of trouble
I'm in the house of war
For the love of everybody
Look behind the wall
Standing now
Calling all the people here to see the show
Calling all my demons now to let me go
I need something, give me something wonderful
You can't bring me down...
Fuente: CosasQueInspiran
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"El Odio es un borracho al fondo de una taberna
que constantemente renueva su sed con la bebida."
(Charles Baudelaire)
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