viernes, 12 de octubre de 2012

12 DE OCTUBRE: "YO CANTO A LA DIFERENCIA"

españa no puede existir sin latinoamérica
Violeta Parra escribió "Gracias a la vida" y luego se suicidó. Porque amaba pero no la amaban (creía, sentía). Murió en la carpa de la comuna de La Reina, en Santiago de Chile. ¡Cuántas paradojas inmensas! De las de nudo en la garganta.

Me da por pensar que la gran Violeta golpeada y abandonada por la vida es en realidad un símbolo perfecto del Nuevo Mundo, igual de golpeado y abandonado por la "Madre Patria", que nunca fue madre ni patria. Sólo destrucción. Y a pesar de todo, los "hijos" eternamente darán las gracias. Los latinoamericanos son así: buena gente, agradecidos, generosos, "amadores"... En exceso. Siempre. Todo eso que en este otro lado del charco que habla el mismo idioma es tan deficitario.

No imagináis hasta qué punto odio las banderas y las nacionalidades, todas ellas. Me producen urticaria y náuseas. Por eso hoy no hay que sentirse españoles, porque precisamente hoy eso tendría que producirnos vergüenza, por muchas razones. Consultad los libros de historia (pero no los manuales amarillos y nauseabundos de Wert y cía, ¿eh?). Y consultad y pensad la actualidad. Y el 12 de octubre.

Hoy, y todos los días, pero sobre todo hoy, si hay que sentirse algo, es LATINOAMERICANOS. Por cierto, Venezuela nos dio una lección hace unos días. Lleva 14 años mostrando un camino alternativo y posible, resistiendo, luchando y venciendo a la decadencia capitalista que les rodea, que nos ahoga.

Violeta Parra, "cantautora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena", dice la Wiki, que se queda corta, escribió muchas canciones maravillosas, pero esta «Yo canto a la diferencia» es cristalina, revolucionaria, 12 de octubre, absolutamente "Día de la Raza". El mensaje es llano, es pueblo, gritos tranquilos pero apremiantes de justicia y libertad. Es una canción verdad. Aunque... "afirmo, señor ministro, que se murió la verdad".

Escuchad cómo concluye. Una mujer indígena y revolucionaria que pide perdón al auditorio si su claridad ofende. Pero el arte al servicio de la revolución manda, señores. ¡Qué grande la Viola!

¡Viva el Día de la Raza! O como dicen en Venezuela: ¡Viva el Día de la Resistencia Indígena!



YO CANTO A LA DIFERENCIA
(Violeta Parra)

Yo canto a la chillaneja si tengo que decir algo,
y no tomo la guitarra por conseguir un aplauso.
Yo canto la diferiencia que hay de lo cierto a lo falso.
De lo contrario no canto.

Les voy a hablar enseguida de un caso muy alarmante.
Atención el auditorio que va a tragarse el purgante,
ahora que celebramos el dieciocho más galante.
La bandera es un calmante.

Yo paso el mes de setiembre con el corazón crecido
de pena y de sentimiento del ver mi pueblo afligido;
el pueblo amando la Patria y tan mal correspondido.
El emblema por testigo.

En comandos importantes, juramento a la bandera.
Sus palabras me repican de tricolor las cadenas,
con alguaciles armados en plazas y en alamedas
y al frente de las iglesias.

Los ángeles de la guarda vinieron de otro planeta.
¿Por qué su mirada turbia, su sangre de mala fiesta?
Profanos suenan tambores, clarines y bayonetas.
Dolorosa la retreta.

Afirmo, señor ministro, que se murió la verdad.
Hoy día se jura en falso por puro gusto, nomás.
Engañan al inocente sin ni una necesidad.
¡Y arriba la libertad!

Ahí pasa el señor vicario con su palabra bendita.
¿Podría su santidad oírme una palabrita?
Los niños andan con hambre, les dan una medallita
o bien una banderita.

«Por eso, su señorida –dice el sabio Salomón–,
hay descontento en el cielo, en Chuqui y en Concepción,
ya no florece el copigüe y no canta el picaflor».
Centenario de dolor.

Un caballero pudiente, agudo como un puñal,
me mira con la mirada de un poderoso volcán
y con relámpagos de oro desliza su Cadillac.
Cueca de oro y libertad.

De arriba alumbra la luna con tan amarga verdad,
la vivienda de la Luisa, que espera maternidad.
Sus gritos llegan al cielo.
Nadie la habrá de escuchar en la Fiesta Nacional.

La Luisa no tiene casa ni una vela ni un pañal.
El niño nació en las manos de la que cantando está.
Por un reguero de sangre mañana irá el Cadillac.
Cueca amarga nacional.

La fecha más resaltante. La bandera va a flamear.
La Luisa no tiene casa. La parada militar.
Y si va al Parque la Luisa, ¿adónde va a regresar?
Cueca triste nacional.

Yo soy a la chillaneja, señores, para cantar.
Si yo levanto mi grito no es tan solo por gritar.
Perdóneme el auditorio si ofende mi claridad.
Cueca larga militar.

 Violeta Parra (1917-1967)
Fuente: La Otra Voz - "Valparaíso: Con dos conciertos se celebrará un nuevo natalicio de Violeta Parra"
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"Sólo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes."
(Violeta Parra)
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1 comentario:

Fingal dijo...

Susana, eres..............
I M P R E S I O N A N T E
¿Quieres casarte conmigo?
El 12 de octubre o cuando tú quieras.