¿Por qué la mayoría de los rumanos añoran a Ceaucescu? De nuevo, démosle las gracias al capitalismo y a la pseudo-democracia global, que son uno.
"El gobierno rumano prepara una ley que, de ser aprobada, debilitaría más todavía el Estatuto del trabajo en varios puntos: la semana laboral pasaría de 40 a 60 horas semanales y los procedimientos para despedir serían facilitados. Estas reformas habían sido propuestas por el FMI a cambio de su préstamo a Rumania. Varios representantes del fondo están actualmente visitando el país para confirmar las medidas de austeridad tomadas por el poder."
"Por otra parte, de acuerdo con una encuesta de opinión recientemente efectuada en Rumanía, la mayor parte de la población afirma que la vida era mejor con el partido comunista en el poder que en la actualidad bajo el capitalismo. El grueso de los encuestados daba una visión positiva del comunismo, y más del 60% lo consideraba una "buena idea" en principio. Los encuestadores observaron un incremento significativo de la afinidad con el ideario comunista en comparación con una encuesta similar realizada cuatro años antes."
(Fuente: El ecosocialista: "El FMI exige a Rumanía la jornada laboral de 60 horas semanales como condición para un préstamo", 1 de noviembre de 2010).
"Todo se discute en este mundo. Menos una única cosa que no se discute. No se discute la democracia. La democracia está ahí, como si fuese una especie de santa en el altar de quien ya no se esperan milagros. Pero está ahí como una referencia. Una referencia: la Democracia. Y no se atiende a que la democracia en la que vivimos es una democracia secuestrada, condicionada, amputada... Porque el poder del ciudadano, el poder de cada uno de nosotros se limita, en la esfera política, a retirar a un gobierno que no nos gusta y sustituirlo por otro que quizá nos pueda llegar a gustar en el futuro. Nada más.
Pero las grandes decisiones son tomadas en otra esfera, y todos sabemos cuál es. Las grandes organizaciones financieras internacionales, los FMIs, las organizaciones mundiales de comercio, los bancos mundiales, la OECDE..., ninguno de esos organismos es democrático. Y por tanto, ¿¡cómo podemos seguir hablando de democracia!? Si aquellos que efectivamente gobiernan el mundo no son elegidos democráticamente por el pueblo. ¿Quién elige a esos representantes de los países en esas organizaciones? ¿Los respectivos pueblos? ¡No! ¿Dónde está entonces la democracia?"
(José Saramago, Encuentro con Milton Santos)
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