Pasar por allí a principios de cada mes a eso de las 9 de la mañana significa sí o sí observar un espectáculo dantesco y muy triste, dos filas interminables de desempleados con o sin documentos en sus manos y siempre mostrando cara de circunstancias: resignación, tristeza, enfado, desesperanza, abatimiento anímico, desesperación... Una de ellas o una mezcla de varias.
Las filas kilométricas, que desde hace meses ya no son exclusivas de principios de mes, responden a la crisis (20% de desempleo), a la incompetencia del gobierno español presidido por Zapatero, a que los locales que se utilizan para atender y gestionar (¡qué palabra!) a los desempleados se han quedado pequeños y a una estrategia perversa e inhumana de Pedro Sanz, el mafioso que preside la comunidad autónoma de La Rioja (España).
"Pedrone", así es como bautizamos al gobernante mafioso, además de no habilitar nuevos locales para tal fin, decidió hace varios meses reducir a la mínima expresión el número de funcionarios que atienden a los desempleados. Justo cuando más se incrementaba el paro. Su propósito era/es, más que recortar gastos, provocar la doble fila kilométrica para despertar o acrecentar los sentimientos de vergüenza e indignación en los ciudadanos que, como yo, transiten cada mañana, a eso de las 9, por el 27 de Calvo Sotelo. Y que corra la voz. El propósito es que culpemos a Zapatero y su gobierno de lo que vemos, de la crisis, del desempleo, de las filas, de las escenas vergonzosas... y, en fin, cambiemos nuestro voto. (Para los no españoles: Pedrone, obviamente, pertenece al PP, partido de la oposición al gobierno nacional, pero que "gobierna" en mi región).
Y de resultas tenemos el espectáculo dantesco mencionado.
Pero basta de hablar de políticos, porque dan asco todos, casi sin excepción. Hablemos de ellos, de los componentes de las filas de la desesperación. Por cierto, os recuerdo que hoy son "ellos", pero ayer fuimos tú y yo, y mañana podemos volver a ser tú y yo, además de ellos. De manera que conozco los sentimientos, las caras. Como sea, cualquiera con un mínimo de sensibilidad, de humanidad, puede experimentarlo sin necesidad de ser desempleado.
Hay muchos inmigrantes en esas filas (o personas de otro origen). Pero es que los españoles también lo parecen. Extranjeros. Creo que ellos mismos se sienten como de otro lugar, desplazados, perdidos, muy lejos de donde desearían estar. Españoles y no españoles. Creo que no solo me lo parece a mí. Aunque paradójicamente también resultan muy cercanos. Es una sensación extraña y dolorosa para mí y, seguro, mucho más para ellos.
Por eso, pensando en esto último, cada vez que les veo, como esta mañana, recuerdo una representación, escucho una conocida aria, una frase viene a mis labios: "Va, pensiero, sull'ali dorate...". Es el coro del acto III de Nabucco, de Giuseppe Verdi. Las imágenes y la letra de la representación, la metáfora, clavan la realidad, son la realidad. En el vídeo, fijaos en las caras del coro, son las mismas que he visto hoy. Y los pensamientos también. El trabajo es para esos hombres y mujeres de las filas del INEM como la patria para el coro de Nabucco: los esclavos hebreos (desempleados), víctimas del opresor extranjero (capitalismo y gobiernos), desean volver a la patria (trabajo) para sentirse libres, dignos, para encontrarse. Y lo cantan (filas+caras+pensamientos).
Dedicado a todos los desempleados de hoy y de mañana.
VA, PENSIERO
III parte, Nabucco, de Giuseppe Verdi, 1842
(Libretto di Temistocle Solera)
Coro:
(schiavi Ebrei in Babilonia)
Va, pensiero, sull'ali dorate;
va, ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l'aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate...
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d'or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Solima ai fati
traggi un suono di crudo lamento,
o t'ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.
che ne infonda al patire virtù
che ne infonda al patire virtù
al patire virtù!
VE, PENSAMIENTO
III acto, Nabucco, de Giuseppe Verdi, 1842
(Letra de Temistocle Solera)
Coro:
(esclavos hebreos en Babilonia)
¡Ve, pensamiento, con alas doradas,
ve, pósate en las laderas, en las cimas,
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
Saluda a las orillas del Jordán,
a las destruidas torres de Sión...
¡Oh mi patria tan bella y perdida!
¡Oh recuerdo tan querido y fatal!
Arpa de oro de fatídicos poetas,
¿por qué cuelgas muda del sauce?
¡Revive en nuestros pechos el recuerdo
que habla del tiempo que se fue!
Al igual que el destino de Solima
dibuja un sonido de crudo lamento,
¡que te inspire el Señor un canto,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
al padecer, virtud!
(Traducción: Susana R. Verano)
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Fuente: larioja.com
"El no esperar remedio, ni desesperar de él, suele ser el remedio de los casos desesperados."
(Diego de Saavedra Fajardo)
3 comentarios:
Nunca dejara de sorprenderme cómo encuentras belleza en la desgracia.
Estoy de acuerdo con el comentarista anterior: ¡En qué cosas tan bonitas piensas cuando ves algo tan triste!
Sobre lo de las filas del INEM, ya sabemos que es vergonzoso, y los políticos también, pero como dices no piensan hacer nada porque les interesa que las cosas estén así por motivos electorales.
El canto del coro de Nabucco es hermosísimo. Un beso.
que bonito Susana!!! y cuanta razón tienes
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