como los caminos muy transitados,
donde las pisadas de los que ahora llegan,
borran las pisadas de los que pasaron:
no será posible que dejéis en ellos,
de vuestro cariño, recuerdo ni rastro.
(Rosalía de Castro, En las orillas del Sar, 1884)
Algunas vidas son un círculo repleto de sombras. El sufriente se niega a dejarlas vencer y utiliza la poesía y la belleza como arma.
125 años sin Rosalía. Y con ella. Amo Galicia por su culpa. "Hija de padres incógnitos", rezaba en su partida de bautismo. Hija de un traspiés amoroso entre una mujer de la hidalguía venida a menos y de un eclesiástico. Rechazada por la sociedad, víctima de las lenguas murmurantes de la época en la Galicia más rural. Esto marcaría su poesía.
A veces pobre, siempre enferma. Murió a los 48 y sus 6 hijos murieron antes que ella. La soledad, la melancolía, las sombras de su vida pueblan su poesía. Pero las "negras sombras", las voces que la atormentan, el vacío del alma, los recuerdos como tinieblas a veces acogedoras, a veces consoladoras, la angustia, la muerte como un alivio a la pena del espíritu, la sensación de ser extraña, diferente a los que la rodean..., como una consecuencia de su situación familiar, de lo oscuro y vergonzoso de su origen para los demás, no llegan a trascender el auténtico carácter y espíritu de la poetisa.
Siempre prevalece la exaltación del sentimiento romántico. Sincera, expresiva, sencilla. Sus versos reflejan el lenguaje y el sentir popular, el hambre, la emigración, la injusticia, la desesperanza, el desamor, la muerte... Pero presenta batalla, trata de superar todo ello con el amor, la esperanza, las ilusiones, los ánimos.
No todo es llanto y soledad. Recurre a la ironía, al sentido del humor, a la crítica mordaz que, como dice Mercedes Castro, son "su patrimonio y nos revelan el carácter de una mujer fuerte, valiente, sensible, que sabe también de la risa y que (...) presenta en sus composiciones historias, sentimientos y problemas plenamente actuales".
Sin embargo, es tan poderosa la negra sombra...
NEGRA SOMBRA
(Letra: Rosalía de Castro
Música: Xoan Montes)
Cando penso que te fuches,
Negra sombra que me asombras,
Ó pé dos meus cabezales
Tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
No mesmo sol te me amostras,
I eres a estrela que brila,
I eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas;
Si choran, es ti que choras,
I es o marmurio do río,
I es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es todo,
Pra min y en min mesma moras,
Nin me dexarás ti nunca,
Sombra que sempre me asombras.
**********
Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
a los pies de mis cabezales
vuelves haciéndome mofa.
Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que sopla.
Si cantan, eres tú que cantas;
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río,
y eres la noche y eres la aurora.
En todo estás y tú eres todo,
para mí y en mí misma moras,
no me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.
(Traducción: Susana R. Verano)
.
Estatua sedente de Rosalía de Castro en el parque
de la Alameda, Santiago de Compostela, Galicia.
Fuente: Los sueños de Akael -
"Rosalía de Castro, precursora de la modernidad poética"
Inexplicable angustia,
hondo dolor del alma,
recuerdo que no muere,
deseo que no acaba...
(Rosalía de Castro)
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