Nunca hay que olvidar ni a los buenos ni las injusticias, aunque ello pudiera quebrantar la espuria paz social.
Gracias a todos los Pedro Pastor y a los Locos Descalzos del mundo...
(Pedro Pastor)
Los olvidados,
los que retumban en la memoria,
los perseguidos
de anochecida en mitad del cerro,
los exiliados,
los que jamás volvieron a ver correr a sus hijos.
Las olvidadas,
las que escondían pan en el mimbre,
las perseguidas
y señaladas en todo el pueblo,
las exiliadas,
las que jamás volvieron a ver correr a sus hijas.
No olvidaré,
para que haya servido de algo tanto desvelo,
para que no se pierda el poema bajo el sombrero.
No olvidaré,
para poder hablarle a mis hijos de los abuelos,
para que un día al fin descansen, justos, los huesos.
No olvidaré...
A las maestras
que tanto hicieron por esta letra
y a las artistas,
las que burlaran a la censura,
las guerrilleras
que resistieran los bombardeos en las trincheras.
Los escondidos
por treinta años tras un armario,
los acusados
y fusilados por sus ideas,
los extinguidos,
abandonados bajo este suelo sin una rosa.
Las silenciadas,
las que del miedo quedaron mudas,
las que parieron
y les privaron de la semilla,
las invisibles,
hoy las nombramos para que su llama nunca se extinga.
No olvidaré,
para que haya servido de algo tanto desvelo,
para que no se pierda el poema bajo el sombrero.
No olvidaré,
para poder hablarle a mis hijos de los abuelos,
para que un día al fin descansen, justos, los huesos.
No olvidaré...
(Almudena Grandes)