El apocalipsis educativo hace tiempo que comenzó, forma parte del capitalismo, que no acaba de morir. En La Rioja se han desatado tempestades. Espero que no cesen, de lo contrario estaremos perdidos por completo. Recomiendo la lectura de esta carta del ficticio (aunque creo que sabemos quién es) PEPÍN CEBOLLEDA. TODOS LOS BUENOS SOMOS ÉL:
Carta abierta a “nuestra educación”
Yo, no era Pepín Cebolleda. Hasta hace algún tiempo lo fui, os lo aseguro. Pero soy ya viejo y estoy saliendo de un convento en el que la edad me permite la huida dignamente, sin tener que comulgar con las nuevas doctrinas que van a revolucionar la religión educativa y solucionar todos los problemas que arrastramos desde los tiempos del cólera y un poquito antes.
Precisamente hace apenas unos meses le mandaba un mensaje a Pepín Cebolleda o a uno de sus Alter Ego (quizá debería haber dicho Avatar pero no lo era) al hilo de otra batalla aunque de la misma guerra, con el siguiente texto:
«Hace ya muchos meses, ante mi desánimo y desesperación, me instabas a volver “a primera línea” […]. Tu fe en el sistema es parecida a la mía, tu necesidad de que sea otra cosa, también.
Yo, me acerco a una jubilación triste porque después de tantos años siento que esto va a peor y, si yo he participado en ello, mi grano de arena habré puesto para que así haya sido.
Me da tanta pena que gente tan capaz y válida como tú se vea arrastrada así!
Y, a la vez, siento una inmensa admiración por tu fuerza para seguir “remando contra corriente”.
Ánimo! »
Hoy, a pesar de que mi sismógrafo está casi desconectado y a miles de kilómetros de distancia, también he captado el impacto de los meteoritos marcianos. Como la NASA con Marte, yo también he detectado lo que hay bajo la corteza… mucha mierda, falsedad, egocentrismo y propaganda.
Quizá tenga que obedecer y comerme con patatas el Decreto de Convivencia de La Rioja; quizá tenga que llamar Gauss a “eso” a pesar del respeto que tengo por Gauss y lo que representa; quizá…
Pero sabéis qué… Nadie me puede obligar a que me guste lo que no me gusta; Nadie me puede obligar a que hable bien del Decreto de Convivencia La Rioja por mucho que el Consejero de turno pretenda hacer de él su Pirámide de Cristal. Nadie puede evitar que llame Gauss a “eso” sin resignación.
Aunque, tendré que andar con cuidado, porque también pensaba que lejos de la Rusia Estalinista, la China de Mao o los EEUU de Trump, nadie me podía obligar a callarme lo que pensaba si no iba de acuerdo a los dictados del poder; sin otras consecuencias que no llegar nunca a un Consejo de Administración de una Empresa Pública.
Hoy empiezo a dudar de esto último. Por eso grito con fuerza a dos meses de mi despedida…
PEPÍN CEBOLLEDA
(Os aseguro que no es una broma,
es real y triste como la vida misma)
Fuente: Noticias jurídicas
(Albert Camus)