contra la dictadura global
La web Le Monde diplomatique recoge un artículo muy recomendable del Subcomandante Marcos, titulado "Siete piezas del puzzle neoliberal: La cuarta guerra mundial ha comenzado" y publicado en agosto de 1997. En la pieza 5, "¿Legítima violencia de un poder ilegítimo?", dice:
"La figura 5 se construye dibujando un pentágono.
En el cabaret de la globalización, el Estado realiza un strip-tease al final del cual sólo conserva lo mínimo indispensable: su fuerza represiva. Destruida su base material, anuladas su soberanía e independencia, borrada la clase política, el Estado nacional se convierte en un mero aparato de seguridad al servicio de las megaempresas. En lugar de orientar la inversión pública hacia el gasto social, prefiere mejorar el equipamiento que le permite controlar más eficazmente a la sociedad.
¿Qué pasa cuando la violencia proviene de las fuerzas del mercado? ¿Cuando la violencia es legítima? ¿Dónde está lo ilegítimo? ¿Qué monopolio de la violencia pueden reivindicar los malhechores Estados nacionales cuando el libre juego de la oferta y la demanda desafía ese monopolio? ¿No hemos demostrado ya que el crimen organizado, el gobierno y los centros financieros están íntimamente ligados? ¿No es evidente que el crimen organizado cuenta con verdaderos ejércitos? El monopolio de la violencia ya no pertenece a los Estados-nación: el mercado lo ha puesto a subasta... Si se desafía al monopolio de la violencia, no por las fuerzas del mercado, sino por los intereses de "los de abajo", entonces el poder global lo considera una agresión (...).
El símbolo del poder militar estadounidense es el Pentágono. La nueva policía mundial quiere que los ejércitos y las policías nacionales sean meros cuerpos de seguridad que garanticen el orden y el progreso de las grandes ciudades neoliberales."
"La figura 5 se construye dibujando un pentágono.
En el cabaret de la globalización, el Estado realiza un strip-tease al final del cual sólo conserva lo mínimo indispensable: su fuerza represiva. Destruida su base material, anuladas su soberanía e independencia, borrada la clase política, el Estado nacional se convierte en un mero aparato de seguridad al servicio de las megaempresas. En lugar de orientar la inversión pública hacia el gasto social, prefiere mejorar el equipamiento que le permite controlar más eficazmente a la sociedad.
¿Qué pasa cuando la violencia proviene de las fuerzas del mercado? ¿Cuando la violencia es legítima? ¿Dónde está lo ilegítimo? ¿Qué monopolio de la violencia pueden reivindicar los malhechores Estados nacionales cuando el libre juego de la oferta y la demanda desafía ese monopolio? ¿No hemos demostrado ya que el crimen organizado, el gobierno y los centros financieros están íntimamente ligados? ¿No es evidente que el crimen organizado cuenta con verdaderos ejércitos? El monopolio de la violencia ya no pertenece a los Estados-nación: el mercado lo ha puesto a subasta... Si se desafía al monopolio de la violencia, no por las fuerzas del mercado, sino por los intereses de "los de abajo", entonces el poder global lo considera una agresión (...).
El símbolo del poder militar estadounidense es el Pentágono. La nueva policía mundial quiere que los ejércitos y las policías nacionales sean meros cuerpos de seguridad que garanticen el orden y el progreso de las grandes ciudades neoliberales."
"Nos quieren quitar la tierra para que no tenga suelo nuestro paso."
"No necesitamos permiso para ser libres!"
(Subcomandante Marcos).