En el "civilizado" y "democrático" Occidente, 85 años después de su asesinato, Federico García Lorca, el mejor poeta de la historia, yace en una cuneta o en un barranco. Nadie lo sabe. 85 años después de ser fusilado por los fascistas, los herederos de sus asesinos gobiernan en su tierra. 85 años después, la Junta de Andalucía prohibiría, como entonces, actuar a La Barraca. 85 años después, esos hombres herederos del fascismo siguen matando al grito de "maricón".
Al siempre incivilizado Occidente, a su clase política y a sus ciudadanos, quienes siempre han permitido y seguirán permitiendo las atrocidades más inimaginables, especialmente contra las mujeres. A todos ellos les dedico este poema de la afgana Nadia Anjuman.
Me pregunto qué diría Federico, qué poema compondría en homenaje a la mujer que os presento...
No deseo abrir la boca
¿A qué podría cantar?
En mí, a quien la vida odia,
tanto da cantar que callar.
¿Acaso debo hablar de dulzura
cuando siento tanta amargura?
Ay, el festín del opresor
me ha tapado la boca.
Sin nadie al lado en la vida
¿A quién dedicar mi ternura?
Tanto da decir, reír, morir, existir.
Yo y mi forzada soledad
con mi dolor y mi tristeza.
He nacido para nada
mi boca debería estar sellada.
Ha llegado, corazón, la primavera,
el momento propicio del festejo.
¿Pero qué puedo hacer si un ala
tengo ahora atrapada?
Así no puedo volar.
Llevo mucho tiempo en silencio,
pero nunca olvidé la melodía
que no paro de susurrar.
Las canciones que brotan de mi corazón
me recuerdan que algún día romperé la jaula.
Volando saldré de esta soledad
y cantaré con melancolía.
No soy un frágil álamo
sacudido por el viento.
Soy una mujer afgana
Entiéndase pues mi constante queja.
(Revista Trasversales, nº6, primavera 2007. Esta versión
no poética en castellano de su poema "No deseo abrir la boca", se basa en la versión
en inglés de Mahnaz Badihian y en la versión en italiano de
Cristina Contilli)
Nadia Anjuman (Herat, 1980-2005) fue una poetisa y periodista afgana. Destacó también por defender los derechos de las mujeres en una sociedad absolutamente patriarcal, violenta, machista y misógina, la de los talibanes. Creó círculos de lectura en contra del régimen de su país. En 2005, publicó el libro Gol-e dudi ("flor ahumada"). Fue asesinada a golpes por su esposo, Farid Anjuman, y por la familia de éste, quienes consideraron que la publicación de un libro de poemas deshonraba a la familia. Nadia tenía 25 años.
Nadia Anjuman
Fuente: ZONE CRITIQUE
La littérature afghane : une chambre d’écho
Mujeres, derramad agua,
por favor;
cuando todo se quema,
sólo las pavesas vuelan
al viento.
(Federico García Lorca, "Siento", 1921)
"En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida"
(Federico García Lorca, Mariana Pineda, 1927)