viernes, 13 de enero de 2017

#UNFORGOTTENCHILD


Imaginad que los medios de comunicación públicos y privados hicieran bien su trabajo y emitieran este vídeo varias veces al día. Imaginad que los europeos fuéramos seres humanos de verdad, sensibles, solidarios, éticos, con sentido de la justicia y activos ante los desmanes de los políticos y de sus mafias.

Save the Children España - #UnforgottenChild ¿Y si te pasara a ti?...










"En la medida en que el sufrimiento de los niños está permitido, no existe amor verdadero en este mundo."
(Isadora Duncan)

martes, 10 de enero de 2017

¿QUÉ FUE DE LOS CANTAUTORES?


Luis Pastor, que además de comprometido siempre ha sido valiente (en realidad no se puede ser lo uno sin lo otro), un día le dijo a José Saramago: "te voy a musicalizar". Y lo hizo: cantó los poemas del portugués, Nesta esquina do tempo (2006). Escucha obligatoria. Sí, un español cantando en portugués. Ocurre que algunos españoles, ¡oh milagro!, amamos a los portugueses. Unos pocos incluso les amamos más que a nosotros mismos.

Y fue precisamente en la Fundación de Saramago, en la presentación del libro José Saramago. Un retrato apasionado, de Baptista-Bastos, y con Pilar del Río a su lado, siempre guardiana y difusora de la memoria del sabio de Azinhaga, que Pastor recitó su (mi) "¿Qué fue de los cantautores?" (2012). Decía el gran Saramago que el tiempo, la verdad y el alma caben en la duración de una canción. Simplemente... ¡Escuchadlo!




¿QUÉ FUE DE LOS CANTAUTORES?
(Luis Pastor)

Éramos tan libertarios,

casi revolucionarios,
ingenuos como valientes,
barbilampiños sonrientes
—lo mejor de cada casa—,
oveja negra que pasa
de seguir la tradición
balando a contracorriente
de la isla al continente
de la nueva canción.

Éramos buena gente,

paletos e inteligentes,
barbudos estrafalarios,
obreros, chicos de barrio,
vanguardia del proletario,
progres universitarios,
soñando en una canción
y viviendo la utopía
convencidos de que un día
vendría la Revolución.

Aprendiendo a compartir

la vida en una sonrisa,
el cielo en una caricia,
el beso en un calentón.
Abriendo la noche de día
fuimos sembrando canciones
y en esta tierra baldía
floreció la poesía
y llenamos los estadios
y en muchas fiestas de barrio
sonó nuestra melodía.

Tardes y noches de gloria

que cambiaron nuestra historia.
Y este país de catetos,
fascistas de pelo en pecho,
curas y monjas serviles,
grises y guardias civiles,
funcionarios con bigote
y chusqueros con galón,
al servicio de una casta
que controlaban tu pasta
tu mente y tu corazón.

Patriotas de bandera,

españoles de primera,
de la España verdadera
aquella tan noble y fiera
que a otra media asesinó
brazo en alto y cara al sol
leales al Movimiento
a la altura y al talento
del pequeño dictador
que fue Caudillo de España
por obra y gracia de Dios.

Toreando en plaza ajena

todo cambió de repente
los políticos al frente
de comparsa y trovador.
Se cambiaron las verdades:
"tanto vendes tanto vales".
Y llegó la transición:
la democracia es la pera.
Cantautor a tus trincheras
con coronas de laureles
y distintivos de amor
pero no des más la lata
que tu verso no arrebata
y tu tiempo ya pasó.

¿Qué fue de los cantautores?

preguntan con aire extraño
cada cuatro o cinco años
despistados periodistas
que nos perdieron la pista
y enterraron nuestra voz.
Y así vamos para treinta
con la pregunta de marras
tocándonos los cojones.
Me tomen nota señores
que no lo repito más:

algunos son directores,

diputados, presidentes,
concejales, profesores,
mánagers y productores
o ejerciendo asesoría
en la Sociedad de Autores.
Otros están y no cantan,
otros cantan y no están.
Los hay que se retiraron,
algunos que ya murieron
y otros que están por nacer.

Jóvenes que son ahora

también universitarios,
obreros, chicos de barrio
que recorren la ciudad.
Un CD debajo el brazo,
la guitarra en bandolera,
diez euros en la cartera,
cantando de bar en bar.
O esos raperos poetas
que es su panfletos denuncian
otra realidad social.

¿Y mujeres? ni se sabe.

Y sobre todo si hablamos
de las primeras gloriosas
que tuvieron los ovarios
y el coraje necesarios
de subirse a un escenario
de aquella España casposa.

¿Qué fue de los cantautores?

aquí me tienen señores
como en mis tiempos mejores
dando al cante que es lo mío.
Y aunque en invierno haga frío
me queda la primavera,
un abril para la espera
y un grandola en el corazón.

¿Qué fue de los cantautores?

aquí me tienen señores
aún vivito y coleando
y en estos versos cantando
nuestras verdades de ayer
que salpican el presente
y la mierda pestilente
que trepa por nuestros pies.

¿Qué fue de los cantautores?

De los muchos que empezamos,
de los pocos que quedamos,
de los que no se vendieron,
de los que no claudicaron,
de los que aún resistimos:
aquí estamos.
Cada uno en sus trincheras
haciendo de la poesía
nuestro pan de cada día.

Siete vidas tiene el gato

aunque no cace ratones.
Hay cantautor para rato.
Cantautor a tus canciones.
Zapatero a tus zapatos.


Fuente: cancioneros.com