lunes, 28 de marzo de 2016

ÉGLOGA OSCURA DE MIGUEL HERNÁNDEZ


Me ofende el tiempo, no me da la vida
al paladar ni un breve refrigerio
de afectuosa miel bien concedida
y hasta el amor me sabe a cementerio.

Me quiero distraer de tanta herida.

Me da cada mañana
con decisión más firme
la desolada gana
de cantar, de llorar y de morirme.

(Miguel Hernández, fragmento de "Égloga", 
Poemas sociales, de guerra y de muerte)


Islamabad, Pakistan. Foto: Muhammed Muheisen
Fuente: BuzzFeed


... o convertido en agua, aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.
(Garcilaso)
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