los ateos también rezan
Gandhi le pedía ayuda a su dios en sus plegarias para seguir adelante y ser una persona mejor para sí mismo y para los demás. Yo, que soy atea pero adoro a Gandhi, voy a parafrasear una de sus plegarias y algún proverbio, pero pidiéndome a mí misma, que pienso es la más honesta petición y promisión de aprendizaje:
Tú (yo):
Ayúdate a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarte el aplauso de los débiles.
Si ganas fortuna, no pierdas la razón.
Si logras el éxito, no abandones la humildad.
Si te das humildad, no te quites la dignidad.
Ayúdate siempre a ver la otra cara de la moneda.
No culpes a los demás de traición si no piensan igual que tú.
Enséñate a querer a la gente como a ti misma
y a no juzgarte como a los demás.
Enséñate que perdonar es lo más grande del justo
y que la venganza es la señal del injusto.
No caigas en el orgullo si triunfas,
ni en la desesperación si fracasas.
Más bien recuerda que el fracaso
es la experiencia que precede al triunfo.
Tu fortaleza no está en no caer nunca,
sino en ser capaz de levantarte cuando caes.
Trata de encontrar tu recompensa en el esfuerzo
y no en el resultado,
pues un esfuerzo total es una victoria completa.
Sé una soñadora práctica,
que tus sueños no sean bagatelas en el aire,
convierte tus sueños en realidad.
Si yo me olvido de ti, no te olvides de mí.
(Reescritura de una plegaria y algunos proverbios de Mahatma Gandhi)
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