contra la dictadura global
Imposible resumir mejor una crisis y una dictadura global. Esto lo dice (y yo lo firmo, porque es verdad) Jose A. Pérez, en "Crisis financiera 2020", en su blog, imprescindible, Mi mesa cojea: .
"-Ocurrió a finales de la primera década del siglo XXI, me parece. Empezó en Estados Unidos y luego se extendió al resto del mundo. Algunos decían que había que reformular el capitalismo. Los Gobiernos tomaron nota de la sugerencia y se lanzaron a un recorte progresivo del Estado del Bienestar. Las ventas de libros de autoayuda se dispararon. De cuando en cuando, un programa de televisión se proponía explicar la crisis al televidente medio, y el televidente decía “ahora lo entiendo” cuando ni siquiera Paul Krugman lo entendía. Los países artificialmente inflados, como el nuestro, se convirtieron en inversiones basura, sólo válidos para la especulación. Obama ganó el Premio Nobel de la Paz y siguió mandando negros e hispanos a matar árabes. China siguió ensamblando iPhones y follando con condón para no reventar el mundo a base de chinos. Google inventó un coche que andaba solo y el coche tuvo un accidente. Steve Jobs aceleró tanto el ciclo de producto que le dio una obsolescencia programada. La economía se convirtió en el producto informativo más rentable, lo que forzó a los contertulios habituales a leer el Washington Post para no parecer más imbéciles que el de al lado. Los medios de comunicación tuvieron que admitir que ni regalando todos los DVDs del mundo la cosa salía a cuenta y los periodistas empezaron a actualizar Linkedin. La izquierda se volvió derecha y la derecha lo siguió siendo. Los sindicatos desaparecieron. El propio gobierno era una mercancía y su único cometido era arrodillarse ante el mercado. La confianza, eso que tienen los amigos y las parejas, se convirtió en un concepto económico fundamental. La derecha empezó a tildar de extrema izquierda a todo aquel que protestaba o disentía del modelo neoconservador. La policía se vio obligada a cargar contra la muchedumbre indignada por el bien de los comerciantes de la zona. Reventaron burbujas y carreras y empresas y bancos y países enteros. Se recortó el presupuesto de educación, ciencia y sanidad. Millones de personas perdieron su trabajo en occidente, lo que supuso una rebaja en el dinero que el Primer Mundo destinaba al Tercer Mundo provocando una hambruna que mató a millones de personas.
-¿Y vosotros qué hicisteis?
-Fuimos a votar y ganó la derecha."
"Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica. Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo."
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