martes, 30 de agosto de 2011

SERENATA

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Un amigo me ha contado que en su pueblo un hombre ya anciano canta todos los días una serenata bajo un balcón vacío. En la casa de ese balcón vivieron este hombre y su esposa durante más de 60 años. Dicen que él siempre le cantaba. Pero ella ya no está. Murió hace tiempo. Él, sin embargo, la recuerda y la sigue amando de esa manera, la busca y la espera en su serenata... cada día. Suena a promesa del amado a su amada, que ha de cumplir hasta su último aliento.

La primera serenata que se ha asomado a mi memoria tras escuchar la historia ha sido "Incendios de nieve", de Love of Lesbian, que me encanta. Creo que, desde ahora, inevitablemente pensaré en ese hombre cada vez que la escuche.



INCENDIOS DE NIEVE
(Santi Balmes Sanfeliu)

Ya ves, soy un loco y son más de las tres.
Ya sé que está mal romper ventanas de un bloque
para encontrarte y decirte "no habrá más reproches".
Intento mostrarte que lo mío es real.
Quise alquilar un cantante de peso
y, la verdad, me asusté al leer esos precios.

No serás capaz de odiarme,
tan sólo quería ilustrar
que quiero arriesgarme a conocerte
porque el miedo al fin cayó, al fin cedió.

Tú mira hacia abajo, llevo una banda especial,
doscientos sonámbulos que silban de miedo,
flautistas morenos y seis timbaleros, dos mancos
y espectros de noche que encontré en la ciudad,
como este anormal con un didgeridoo negro,
mal ventilado y peor de los nervios que yo.

No serás capaz de odiarme,
si lo he empeorado aún más.
Que bajen tus labios y me callen,
si no empezaremos a silbar.

Por si alguien aún duerme,
incendios de nieve y calor, calor.
A veces te pasas,
incendios de nieve y calor, calor.

Y al parecer nos sienta bien pelear.
Justo al contrario, fortalece más.
Supera esto, no serás capaz.
Supera esto, no serás capaz, no...

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