jueves, 12 de enero de 2012

SOBRE EL CASO URDANGARÍN

 contra la monarquía y los poderes fácticos
Esta entrada no tiene el propósito de acumular sustantivos y adjetivos despectivos para con el ladrón más idiota de la historia de este país: el yernísimo Iñaki Urdangarín. (¡Porque anda que no es idiota el elemento!). Conste que los suscribo todos, los escritos y los que están por escribir.

Por supuesto que es culpable. Por supuesto que la Casa Real conocía sus actividades delictivas desde hace años (como mínimo desde el 2006). Por supuesto que el Gobierno y los medios de comunicación (de todos los colores) también lo sabían. Y desde luego, el poder fáctico. Ese lo sabe todo, para eso es fáctico.

El propósito de esta entrada es una reflexión en forma de preguntas:

1) ¿Quién decidió que se hiciera público? (O quiénes).

2) ¿Por qué ahora?

3) ¿Cuál es el propósito? ¿Acabar con la Monarquía? ¿Por qué ahora?

Creo que estas son las preguntas que hay que hacerse. Aunque, la verdad, estoy segura de que las respuestas, sean cuáles sean, dan asco y miedo casi a partes iguales. Estamos en manos de hombrecillos "invisibles" omnipresentes y omnipotentes. Y no hablo de Dios. ¡Ojalá fuera ese hombrecillo invisible el mayor de nuestros problemas!

Cartel de la película-documental Inside Job (2010), 
de Charles Ferguson.
Fuente: paperblog

"En el país de los ciegos, el tuerto es rey."
(Anónimo)
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