Las universidades, especialmente las universidades públicas, deben (deberían) ser un foro al servicio de los que no tienen voz y desean tenerla, y/o de quienes están dispuestos a compartir y difundir conocimiento, experiencias e ideas para mejorar la vida de la gente, y no de los de siempre.
Por eso, dos fascistas terroristas como Felipe González y Juan Luis Cebrián, por ejemplo, no deben tener voz en la universidad, sobre todo porque ellos ya han contado, cuentan y seguirán contando con partidos políticos, medios de comunicación y cientos de foros más donde difundir su basura neoliberal, antisocial y fascista, que solo ha hecho daño a las personas.
Comparto por completo la protesta y la movilización de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid, en el fondo y en las formas. No disponemos de muchos medios ni de oportunidades para arrinconar y/o expulsar a los verdaderos terroristas de nuestras vidas, así que hay que aprovecharlo cuando sucede, unirse y apoyar a quienes lo hacen. Es justo. Esto es luchar contra el orden opresor establecido.
Por eso, dos fascistas terroristas como Felipe González y Juan Luis Cebrián, por ejemplo, no deben tener voz en la universidad, sobre todo porque ellos ya han contado, cuentan y seguirán contando con partidos políticos, medios de comunicación y cientos de foros más donde difundir su basura neoliberal, antisocial y fascista, que solo ha hecho daño a las personas.
Comparto por completo la protesta y la movilización de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid, en el fondo y en las formas. No disponemos de muchos medios ni de oportunidades para arrinconar y/o expulsar a los verdaderos terroristas de nuestras vidas, así que hay que aprovecharlo cuando sucede, unirse y apoyar a quienes lo hacen. Es justo. Esto es luchar contra el orden opresor establecido.
Universidad Autónoma de Madrid, 19 de octubre de 2016.
Fuente: elcorreogallego.es
"Si yo me hubiera dedicado a la política. ¡Oh atenienses!, hubiera perecido hace mucho tiempo y no hubiese hecho ningún bien ni a vosotros ni a mí mismo."
(Sócrates)