contra las fuerzas gravitacionales
Amigos del mundo. En España tenemos un gran problema. Miento. En realidad tenemos decenas de problemas, pero sobre todo uno: la diversidad e individualidad de mareas, es decir, el déficit de solidaridad conjunta.
Cada vez que alguien se anima a protestar contra el poder (y mira que a la mayoría le resulta difícil animarse a protestar por lo que es justo o contra las injusticias), lo hace en el seno de su propia marea, no más. De tal manera que tenemos:
- Marea Verde: los que protestan para preservar lo poco que queda de Educación Pública.
- Marea Roja: los desempleados y precarios de empleo que protestan porque quieren uno o para preservar las migas humillantes que la dictadura les regala en forma de subempleo o prestaciones.
- Marea Blanca: los protestones que piden a gritos una salidad pública y de calidad, frente a la privatización imparable y a la desaparición de recursos para lo público.
- Marea Naranja: los que protestan para preservar los servicios de atención social, que pronto serán historia, si es que no lo son ya.
- Etc. Etc. Etc.
Mientras persista este estado de cosas y mareas, mientras las mareas multicolor no confluyan juntas todo el tiempo, tengo muy claro que las fuerzas gravitacionales siempre ganarán.
Y como dice Vetusta Morla: "la marea me dejó la piel cuarteada, la miel en los labios, las piernas enterradas".
Vetusta Mora, "La Marea" (Un día en el mundo, 2008)
LA MAREA
(Latorre / Vetusta Morla)
La marea me dejó arenas de plata,
que pondré en el reloj, el tiempo que no pasa.
La marea me dejó islas inundadas,
donde atrapar con mi red una historia de piratas.
La marea me dejó la piel cuarteada,
la miel en los labios, las piernas enterradas (bis)
La marea me dejó aromas de barro,
algas tejidas en forma de desengaño.
La marea me dejó unas conchas sin nombre,
con que un niño hizo un collar
de un alfabeto que no entiende el hombre.
La marea me dejó la piel cuarteada,
la miel en los labios, las piernas enterradas (bis)
La marea me dejó cangrejos salados,
burbujas de hielo y un libro en blanco.
La marea me dejó los versos borrados,
la tinta, un borrón, un papel mojado.
La marea me dejó la piel cuarteada,
la miel en los labios, las piernas enterradas (bis)
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LA MAREA
(Latorre / Vetusta Morla)
La marea me dejó arenas de plata,
que pondré en el reloj, el tiempo que no pasa.
La marea me dejó islas inundadas,
donde atrapar con mi red una historia de piratas.
La marea me dejó la piel cuarteada,
la miel en los labios, las piernas enterradas (bis)
La marea me dejó aromas de barro,
algas tejidas en forma de desengaño.
La marea me dejó unas conchas sin nombre,
con que un niño hizo un collar
de un alfabeto que no entiende el hombre.
La marea me dejó la piel cuarteada,
la miel en los labios, las piernas enterradas (bis)
La marea me dejó cangrejos salados,
burbujas de hielo y un libro en blanco.
La marea me dejó los versos borrados,
la tinta, un borrón, un papel mojado.
La marea me dejó la piel cuarteada,
la miel en los labios, las piernas enterradas (bis)
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