lunes, 31 de diciembre de 2012

ME PIDO

 los ateos también rezan
Gandhi le pedía ayuda a su dios en sus plegarias para seguir adelante y ser una persona mejor para sí mismo y para los demás. Yo, que soy atea pero adoro a Gandhi, voy a parafrasear una de sus plegarias y algún proverbio, pero pidiéndome a mí misma, que pienso es la más honesta petición y promisión de aprendizaje:

Tú (yo):

Ayúdate a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarte el aplauso de los débiles.
Si ganas fortuna, no pierdas la razón.
Si logras el éxito, no abandones la humildad.
Si te das humildad, no te quites la dignidad.
Ayúdate siempre a ver la otra cara de la moneda.
No culpes a los demás de traición si no piensan igual que tú.
Enséñate a querer a la gente como a ti misma
y a no juzgarte como a los demás.
Enséñate que perdonar es lo más grande del justo
y que la venganza es la señal del injusto.
No caigas en el orgullo si triunfas,
ni en la desesperación si fracasas.
Más bien recuerda que el fracaso
es la experiencia que precede al triunfo.
Tu fortaleza no está en no caer nunca,
sino en ser capaz de levantarte cuando caes.
Trata de encontrar tu recompensa en el esfuerzo
y no en el resultado,
pues un esfuerzo total es una victoria completa.
Sé una soñadora práctica,
que tus sueños no sean bagatelas en el aire,
convierte tus sueños en realidad.
Si yo me olvido de ti, no te olvides de mí.

(Reescritura de una plegaria y algunos proverbios de Mahatma Gandhi)

.

domingo, 16 de diciembre de 2012

VILLAS MISERIA

 pedazos de humanidad deshumanizada

Villas Miseria (2009). Hernan Zin.

"Es extenuante, pero me obligo a caminar... 
No me voy a rendir, caminaré cada noche y cada día."
 
(Morris, habitante de Kibera, Nairobi, Kenia)
 .

jueves, 6 de diciembre de 2012

EL HEREJE

las entelequias me matan
España, 2020. Un hombre con rostro desencajado camina frenético por una calle abarrotada. Súbitamente se detiene, observa durante unos segundos a las entelequias que vienen y van, algunas rozándole, pero ninguna le ve o le siente. Entonces el hombre cierra los ojos, respira suave y profundo, abre los ojos de nuevo y... DECIDE DECIR LO QUE PIENSA. Todos se detienen y clavan su mirada-cuchillo en él, ambarizados por un silencio ensordecedor. "¡HEREJEEE!", grita uno de los cuchillos de entre la multitud. 

A lo lejos se escuchan las sirenas y el rugido del motor del vehículo que se acerca. Es una ambulancia pero no es una ambulancia. Ni ambula ni deambula, sabe de dónde viene, por qué y para qué viene y adónde va. Dos pitbull de rostro humanoide saltan del vehículo portando una extraña bolsa gigante en sus manos. En un pestañeo cubren con ella al hombre que acaba de decir lo que piensa y, a rastras, le introducen en la ambulancia que no es una ambulancia. El vehículo se aleja tan veloz como llegó y las entelequias matan la pausa al unísono, retomando su deambular. Este sí que es deambular. 

Nunca nadie volvió a ver o a saber del hombre que aquel día, en aquel preciso momento, había decidido decir lo que pensaba.


"The Man Who Sold The World"
(The Man Who Sold The World, 1970). David Bowie.

THE MAN WHO SOLD THE WORLD
(David Bowie)

We passed upon the stair
We spoke of was and when
Although I wasn't there
He said I was his friend
Which came as some surprise
I spoke into his eyes
I thought you died alone
A long long time ago

Oh no, not me
I never lost control
You're face to face
With the man who sold the world

I laughed and shook his hand
And made my way back home
I searched for form and land
For years and years I roamed
I gazed a gazely stare
At all the millions here
We must have died alone
A long long time ago

Who knows? not me
We never lost control
You're face to face
With the man who sold the world
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