miércoles, 21 de julio de 2010

"NUNCA LLEGARÁS A NADA" Y LA IMPORTANCIA DE LA PROCRASTINACIÓN

procrastinación
"Era una época en que los hombres apreciábamos
todavía las cosas insignificantes y sabíamos
coleccionar objetos viejos, recomponerlos, cuidarlos,
acariciarlos y hablarles como si fuesen gatos.
El amor de los objetos rotos es el amor de la diáspora:
los emigrantes, los gitanos, los judíos, que
aprovechan las cosas que otros ya no quieren (…)
Lo último que va quedando vivo en las ciudades son
sus muertos: los pobres, los marginados, los emigrantes,
los mendigos (...). Debe ser que el alma es cosa de
pobres muy pobres, o locos muy locos."
(Mauricio Wiesenthal, 2004)
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Vivimos en la paradoja: "en las costas se alzan los rascacielos para ver cómodamente la playa y el mar, pero al precio de destruir la playa y el mar que pretenden contemplar" (Félix de Azúa).

Del artículo "Nunca llegarás a nada", del siempre interesante Juan Claudio Acinas, se desprende una conclusión muy clara: tenemos un gran problema (en realidad tenemos muchos), desencadenante del resto de problemas, y es que no escogemos bien las prioridades, aquello que realmente es importante, justo, susceptible de hacernos felices a nosotros y a los demás. Atendemos a los convencionalismos y/o a aquello que otros (el sistema) establecen como prioridad, como imprescindible. Y seguimos la corriente. A partir de aquí, construimos nuestras costumbres, nuestro trabajo, nuestra vida... y un espurio corpus moral, como por ejemplo la idea de éxito y fracaso, de realización personal.

Pero, ¿cada cuanto nos detenemos a pensar: "realmente esto me hace feliz o es solo lo que otros esperan de mí"? Los parámetros que se utilizan para medir y juzgar la inteligencia de alguien y lo que es productivo y justo son equivocados, porque responden a la sociedad brutalmente capitalista en la que vivimos y a los intereses de aquellos que la controlan. Que nos controlan.

Muchas veces, los obstáculos, los contratiempos, aquello que debiéramos evitar (según otros), es posiblemente lo que va a hacernos felices. La procrastinación, que es el hábito de postergar situaciones o actividades que debemos atender, sustituyéndolas por otras aparentemente irrelevantes pero agradables, está considerada un trastorno del comportamiento. Esto es discutible. Yo lo discuto. Creo que se puede hablar de buena y mala procrastinación. Será buena aquella que nos haga más felices de lo que somos cuando hacemos lo supuestamente importante. Porque no todo lo pretendidamente inútil es inútil. Por otra parte, decía Chuang-Tzu que "sólo los que conocen el valor de lo inútil pueden hablar de lo que es útil".

Muy interesante la lectura del artículo completo de Acinas, del que destaco las siguientes ideas:

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"UTILIDAD DE LA INUTILIDAD. Lo que sorprende, no obstante, para no apartarnos demasiado del núcleo del tema, es que vivimos en un mundo que, por un lado, idolatra como nunca se ha hecho hasta ahora a la eficacia, la eficiencia, la racionalidad y la utilidad, mientras que, por otro, si lo juzgamos desde dentro de su fundamentalismo economicista, productivo e instrumental, nos muestra un rostro irracionalmente racionalizado, a rebosar de lujos y artefactos, de utilitarias inutilidades, aunque incapaz de resolver los problemas más graves que, como el hambre, la pobreza, la guerra o ese enorme agujero en la capa de ozono, asolan a gran parte de la humanidad."

"POSIBILIDAD DE LO IMPROBABLE. En cierto modo, todo lo anterior, ese asunto de que lo que tenemos por inútil deja de serlo con demasiada frecuencia, está relacionado con las fronteras que se supone que separan a lo posible de lo imposible, aunque mejor sería decir que lo diferencian de lo improbable. Fronteras que son menos nítidas y más borrosas de lo que muchos acostumbran a creer. Pues con frecuencia se confunde posible con permisible. Y, junto a eso, nos olvidamos que el campo de lo posible es mucho más extenso de lo que solemos creer y que la pasión, la fe o la voluntad son las fuerzas que amplían constantemente los límites de ese campo. (...) como observaba no hace mucho el subcomandante insurgente Marcos, “¿qué transformación social en la historia del mundo no fue utopía la víspera?”."

"Y es que, digan lo que digan los agoreros de distinto signo o pelaje, con su estrecha mentalidad de contable, si te empleas a fondo por recoger los fragmentos de algún sueño roto, si caminas con firmeza orientado por la luz de alguna imantada visión, hermosa aunque improbable..., siempre, siempre llegarás a algo. Porque las ideas son las que mueven al mundo. Porque los pensamientos poseen una energía difícil de calcular. Porque todo, o casi todo, está en la mente."
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Fotograma de la película Yo, Robot (2004)
Fuente: Bucéfalo, Tecnología y Actualidad
"Nuevas Leyes de la Robótica"


"Vuélvete el grano de arena que entra en la maquinaria, la anomalía que desafía a la homogeneidad. De este modo, escaparás a la implacable ley de la utilidad"
(Corinne Maier)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, nos pasamos la mayor parte del tiempo tratando de satisfacer a los demás, a gente que no nos importa, en lugar de buscar nuestra propia felicidad, aunque sea con lo aparentemente pequeño o inútil. Me gusta tu forma de pensar, tus lecturas.

re-colectora dijo...

pluf , arrrr gracias