viernes, 16 de abril de 2010

WALTZING MATILDA


No es el himno oficial de Australia, pero como si lo fuera, pues se trata de la canción más popular de ese país. Realmente es su himno. Ellos lo desean. Lo cantan, lo aman. Porque es un himno de verdad, hermoso, maravilloso. A los ausies se les ve tan orgullosos cantándolo, sintiéndolo, que se te pone la carne de gallina.

Compuesto en 1887 por el poeta y nacionalista Banjo Paterson, en un inglés muy australiano y popular cuenta la historia de un vagabundo que acampa al raso una noche, junto a una laguna. Mientras se prepara una taza de té, se da cuenta de que una oveja ha venido a beber agua. El vagabundo la apresa, porque está hambriento y no tiene qué comer. Pero esa oveja pertenece a un terrateniente que, al saberlo, manda a sus hombres para que capturen al vagabundo. Éste, antes de caer en manos del tirano, se lanza al agua y muere ahogado. La letra dice al final que el fantasma de ese vagabundo canta por las noches una canción que todos pueden oír y que invita a los viajeros a bailar el vals con él, es decir, a vagabundear con él y pelear por lo que es justo.

Un himno, sea oficial u oficioso, ha de decir algo, ha de recoger el sentir de un pueblo. Y que ese algo sea, a ser posible, un mensaje universal y universalizable. El himno de España, esa marcha granadera (militar) de Carlos III, horrible, carece de todo lo dicho, porque por no tener no tiene ni letra. Waltzing Matilda, por el contrario, es el mejor ejemplo de todo lo que un himno ha de ser, en este caso una preciosa metáfora que canta y reivindica la libertad y la justicia.

Cosas que pasan, unos tenemos un himno para paletos, otros tienen un himno que emociona y estremece por su significado y su belleza. ¡Viva Australia!

Últimamente no dejo de cantarlo: en la calle, en la ducha... Anhelos de República, sueños de República. Os dejo dos versiones, las de los australianos Slim Dusty y Kylie Minogue.



(Andrew Barton "Banjo" Paterson, 1887)
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Once a jolly swagman camped beside a billabong,
Under the shade of a coolibah tree,
And he sang as he watched and waited 'til his billy boiled
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me?"

Waltzing Matilda, Waltzing Matilda
You'll come a-Waltzing Matilda, with me
And he sang as he watched and waited 'til his billy boiled
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me?"

Down came a jumbuck to drink from the billabong,
Up jumped the swagman and grabbed him with glee,
And he sang as he stowed that jumbuck in his tucker bag,
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me".

Waltzing Matilda, Waltzing Matilda
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me"
And he sang as he stowed that jumbuck in his tucker bag,
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me".

Up rode the squatter, mounted on his thoroughbred,
Down came the troopers, one, two, three,
"Where's that jolly jumbuck you've got in your tucker bag?"
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me".

Waltzing Matilda, Waltzing Matilda
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me"
"Where's that jolly jumbuck you've got in your tucker bag?",
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me".

Up jumped the swagman, leapt into the billabong,
"You'll never catch me alive," said he,
And his ghost may be heard as you pass by the billabong,
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me".

Waltzing Matilda, Waltzing Matilda
You'll come a-Waltzing Matilda, with me
And his ghost may be heard as you pass by the billabong,
"You'll come a-Waltzing Matilda, with me?"
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WALTZING MATILDA
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Una vez, un risueño vagabundo acampó junto a una laguna,
bajo la sombra de un eucalipto.
Y cantaba mientras observaba y esperaba a que su tetera hirviera:
"¿Quieres bailar un vals conmigo?".

"Bailando un vals, bailando un vals,
¿quieres bailar un vals conmigo?".
Y cantaba mientras observaba y esperaba a que su tetera hirviera:
"¿Quieres bailar un vals conmigo".

Entonces llegó una oveja a beber en la laguna.
El vagabundo saltó y la atrapó con regocijo.
Y cantaba mientras guardaba esa oveja en su alforja:
"Tú bailarás un vals conmigo".

"Bailando un vals, bailando un vals,
¿quieres bailar un vals conmigo?".
Y cantaba mientras guardaba esa oveja en su alforja:
"Tú bailarás un vals conmigo".

Cabalgaba el colono, montado en su purasangre.
Y mandó a la caballería, uno, dos, tres:
"¿Por qué no devuelves esa risueña oveja que tienes en tu alforja?".
"Tú bailarás un vals conmigo".

"Bailando un vals, bailando un vals,
¿quieres bailar un vals conmigo?".
"¿Por qué no devuelves esa risueña oveja que tienes en tu alforja?".
"Tú bailarás un vals conmigo".

El vagabundo saltó y se tiró a la laguna:
"Nunca me atraparéis vivo", dijo.
Y su fantasma puede escucharse al pasar por la laguna:
"¿Quieres bailar un vals conmigo?".

"Bailando un vals, bailando un vals,
¿quieres bailar un vals conmigo?".
Y su fantasma puede escucharse al pasar por la laguna:
"¿Quieres bailar un vals conmigo?".


(Traducción: Susana R. Verano)
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Vagabundo australiano (swagman), circa 1901.
Fuente:
Wikipedia - "Waltzing Matilda"

3 comentarios:

Mario dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo. En cuanto a lo que dices sobre lo que tiene que ser un himno y en cuanto a la belleza del Waltzing Matilda. Conocía la canción, pero no su significado. Es emocionante y hermosa. Los australianos la cantan en casi todos los eventos importantes. Sobre todo se escucha en los eventos deportivos. Gracias por todo lo que aportas con tu blog. Te leo casi cada día y comparto casi todo lo que dices. Me encantan tu forma de pensar y tus gustos. Saludos. Mario.

Jesús Ruiz Pérez dijo...

Muy interesante y curioso. La próxima vez que lo cante me acordaré de esta historia. Aunque lo encuentro un poco espeluznante para un coro infantil (como en la versión que ahora popularizan los anuncios de la tele).

Hipatia dijo...

Pues yo creo que es una canción para todos los públicos. A mí me emociona muchísimo. Yo quiero un himno como ese.