domingo, 28 de febrero de 2010

UN VIEJO ÍDOLO QUE VUELVE

Vicky Larraz
Todos hemos tenido ídolos siendo niños. Y en la época adulta. Pero quizás en la infancia los ídolos nos resultan mucho más mágicos y auténticos. Pues bien, de niña, yo tenía unos cuantos, pero había una chica en especial de la que estaba absolutamente enamorada. Sí, de Alaska también, pero ahora no me refiero a ella.

Cuando tenía 6 ó 7 años (y después) solía colocarme frente al espejo (o sin espejo) y la imitaba. Quería ser como ella, cantar y moverme como ella... Incluso creo que, en parte, soy bisexual por su culpa. Es ella:


Siendo cría, mi habitación la empapelaban Alaska, Freddie Mercury, Radio Futura y ella, Vicky Larraz.

Alaska y Auserón (Radio Futura) nunca dejaron la música, continúan empapelando mis gustos musicales, maravillosos ellos, con canciones y mensajes antiguos y nuevos. El dios Freddie abandonó la música en 1991, por obligación en forma de muerte llamada sida.

Vicky Larraz
lo dejó por desmotivación, porque llegó un momento en que ya no conseguía canciones que le llenasen como las anteriores, porque no quería cantar cualquier cosa solo para estar ahí por estar. Fue un ejercicio de honestidad artística. Además, quiso cambiar de aires y de vida. Y lo hizo. Sin embargo, el gusanillo ha vuelto a picarle y regresa. Por eso este post.

Sus nuevas canciones (que no disco) aparecerán en unos días. No sé si su regreso pasará desapercibido o no, no sé si me decepcionará o no, pero tengo curiosidad por volver a ver en el escenario a esa chica de la que estaba enamorada, quien, en mi imaginario infantil, cantaba y se movía como nadie.

Vicky Larraz
Fuente: The Best Music From The 50's On
"Vicky Larraz & Olé Olé! No Controles"

"El artista debe de ser mezcla de niño, hombre y mujer."
(Ernesto Sábato)

1 comentario:

Marta dijo...

Vicky Larraz, qué recuerdos!! A mi también me encantaba. Yo tengo algunos años más que tú y tambien me gustaba su estilo. Vamos que la imitaba. Esa canción, Voy a mil, es una pasada. Nos volvíamos locos en los bares y en las discotecas, y la seguimos bailando. De lo mejor de aquellos años.